Año: 2012
País: Galicia
Dirección: Ignacio Vilar
Guion: Carlos Asorey, Ignacio Vilar
Música: Zeltia Montes
Fotografía: Alberto Díaz
Género: Drama
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Tener acceso a cine cien por cien gallego y rodado en gallego no es tarea fácil, por eso siempre que un proyecto con estas características consigue ver la luz es algo por lo que nos debemos sentir orgullosos. En proyectos así, en los que además participa gente especial, me cuesta ser completamente objetivo, pero trataré de desligar mis razones personales a lo largo del comentario.
La idea resulta atractiva. Una comuna hippy se instala en un pueblo de la montaña lucense con la influencia franquista todavía coleando entre los habitantes. El choque está claro y las cosas sabemos que no van a ser fáciles para nadie.
La historia no es nada del otro mundo, de hecho es la típica historia que nos han contado cientos de miles de veces en las salas. Una mujer liberal y un hombre conservador, ambos jóvenes, se enamoran perdidamente y como ya todos suponemos las cosas no son fáciles para ninguno de ellos. Pero aún así el amor triunfa por encima de todo... o no...
La fotografía es una de las cosas que más me llamó la atención sin lugar a dudas, pero bien es cierto que los paisajes de encanto ayudan mucho, cosa que no debe desmerecer para nada las tareas de localización, por supuesto.
El guion es bastante justo, nada del otro mundo, llegando a hacerse incluso pesado hacia el final del filme. Una duración de un poco más de dos horas me parece excesiva y más cuando claramente en los últimos veinte minutos nos empezamos a remover en nuestras butacas.
Como apreciación personal pienso que la persona que se encargó de adaptar los diálogos y convertirlos al gallego de la zona donde se supone que está ambientada la película ha hecho un trabajo desastroso. ¿De verdad ese fue el gallego que oyó cuando fue allí? Pienso que deberían pasarse de nuevo por la zona y comprobar que lo han forzado al máximo consiguiendo quitarle credibilidad.
"Vilamor" no es nada del otro mundo, pero es un producto muy digno con muchas cosas buenas. Desde luego es un placer visual y por supuesto debería ser motivo de orgullo para el audiovisual gallego. Vamos por el buen camino y debemos seguir trabajando en esa línea para poco a poco conseguir un sector cinematográfico fuerte y competitivo. Tres estrellas para "Vilamor".
Eu creo recordar que non fun tan positivo coa película pero, certamente, non se lle pode negar tanto o mérito como as cousas boas que si ten.
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