Año: 2010
País: USA
Dirección: John Cameron Mitchell
Guion: David Lindsay-Abaire
Música: Anton Sanko
Fotografía: Frank G. DeMarco
Género: Drama
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Hoy me he decidido por una de esas películas del denominado “cine alternativo” de Estados Unidos: “Rabbit Hole”. Pero la película no destaca precisamente por ser demasiado “alternativa”. Si bien la historia no es del todo hollywoodiense, alternativa, lo que se dice alternativa, tampoco es.
Realmente no me habría gustado enfrentarme a la hoja en blanco con este proyecto, porque escribir una historia sobre el trauma de unos padres que han perdido a su hijo ocho meses atrás sin hacerlo barato y caer en lo de siempre me parece extremadamente difícil. Y más difícil todavía si debemos mantener el subtexto y no hacerlo todo demasiado obvio.
Al menos eso está conseguido en el largometraje. Tenemos una historia no demasiado fácil, basada en un libro (cuyo guion corre a cargo de la misma persona) y que no sobre explicita nada. Como espectadores no sabemos qué le pasa a ese matrimonio hasta bien avanzado el filme, porque las informaciones se nos van dando de forma racionada y en el momento justo, pena que en el tráiler y con la sobreinformación audiovisual a la que estamos sometidos hoy en día nos hayan estropeado esa sorpresa, porque desde luego, la película ganaría mucho más si podemos conocer la historia al ritmo que ha sido diseñada para descubrirla.
Me ha sorprendido positivamente el poco uso de los flashbacks. La mayoría de los guionistas que se enfrontasen a esta historia resolverían muchos momentos volviendo al pasado. Pero en “Rabbit Hole” se han decantado por el uso de vídeos incluidos dentro de la propia historia, me parece una muy buena decisión. Exceptuando un momento, en el que Becca recuerda el accidente (con planos muy poco obvios y explícitos ¡BIEN!), no se usan los flashbacks para nada.
Esta es una película de las que me suelen gustar especialmente, pocos espacios, una historia pequeñita y pocos personajes llenos de matices. Y lo consigue, al menos podemos identificarnos con el matrimonio protagonista y con la madre de ella que ha pasado por lo mismo años atrás. Pero aunque me ha gustado, no me ha llegado a remover por dentro, no me ha emocionado especialmente y mira que lo he intentado.
Parece que cuando pierdes a un hijo todo el mundo tiene miedo de meter la pata o todo el mundo se compadece de ti o todo el mundo es demasiado insistente con el tema, eso también lo tenemos aquí, pero del mismo modo que antes, no ha conseguido llegar a mi fibra.
Lo que no acabo de entender del todo es la cantidad de nominaciones como mejor actriz que ha coleccionado Nicole Kidman con esta película, incluyendo el Oscar y El Globos¡ de Oro. Sí, todos sabemos que es una gran actriz (era mucho mejor cuando aún podía mover los músculos de la cara con naturalidad), pero en “Rabbit Hole” no hace un papel extremadamente difícil ni que vaya a permanecer para siempre en nuestras retinas. Está muy bien en su papel, pero nada más. Ella puede hacerlo mucho mejor, o al menos podía.
Para mí están mucho mejor su marido (interpretado por Aaron Eckhart) y su madre (interpretada por Dianne Wiest), de hecho ambos están espectaculares. Howie, el personaje de Aaron, comienza muy desdibujado y a la sombra de su mujer Becca y poco a poco va creciendo con la película y tomando las riendas. Del mismo modo que el personaje de Dianne, Nat, consigue mostrarnos lo hundida y acabada que está, pero que siempre encuentra algo por lo que moverse y seguir adelante.
La relación entre Becca y Howie es especialmente interesante, de hecho yo creía que acabarían separados y engañándose, pero aunque vemos que por momentos la tentación les acecha y a veces están más unidos y otras más separados, los dos consiguen sobreponerse y seguir luchando juntos, de hecho el plano final me parece que resuelve muy bien esta película, donde las palabras no son necesarias para decir que ambos seguirán ahí el uno para el otro, pase lo que pase. A veces cogerse de la mano soluciona muchos problemas.
En cuanto a la banda sonora no tengo mucho que decir, creo que es correcta, de hecho casi ni la he notado, por lo que no merece mención alguna para el recuerdo y consigue entremezclarse muy bien con la historia.
Como conclusión, “Rabbit Hole” es una historia que podía ser más de lo que fue. Está muy bien escrita y muy bien interpretada, es pequeña, es elegante, pero no ha conseguido lo que creo que deben hacer todas las películas: emocionarme. No me he removido y no he padecido demasiado por los personajes.
Por la buena interpretación pero especialmente por la extremada dificultad del guion le voy a dar a esta película tres estrellas y media.
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