Año: 2007
País: España
Dirección: Rodrigo Cortés
Guion: Rodrigo Cortés
Música: Víctor Reyes
Fotografía: David Azcano
Género: Comedia Dramática
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Siguiendo un pequeño ciclo que me he marcado de Rodrigo Cortés y tras ver su alabado cortometraje “15 días”, me he decidido a ver su primer largometraje: “Concursante”.
¿Y qué me he encontrado? Una película que se aleja mucho del cine convencional. Por supuesto no estamos ante una estructura clásica si no que la fragmentación y el juego con el tiempo toman mucho protagonismo en esta historia, llegando a convertirse bajo mi punto de vista en un personaje más.
El filme comienza con un plano fijo del cielo de noche, podemos ver las estrellas mientras una voz en off nos cuenta una bonita historia sobre las limitaciones del ser humano, la cámara baja del cielo y ¡pam!, ya sabemos el final de la historia, nuestro protagonista que tantas penurias nos va hacer pasar está muerto. Ahora toca retroceder en el tiempo y descubrir qué es lo que lo ha llevado hasta allí.
A través de una voz en off, recurso también usado en “15 días”, aunque en este caso es el propio protagonista el que nos cuenta la historia y no alguien ajeno a ella como en el caso del cortometraje, los espectadores vamos avanzando por la historia y conociendo los detalles que la conforman. El recurso de la voz en off no suele estar muy bien visto en esto de escribir guiones, pero en este caso la encuentro completamente justificada, aunque debo de admitir que cuando desapareció me alegré un poco, porque se estaba haciendo algo pesada…
En estilo de narración el largometraje me recuerda mucho al corto “15 días”: reconstruimos la historia a través de un narrador y de pinceladas que vemos en la pantalla (no se puede olvidar que en el cine las imágenes ganan a las palabras, así ha sido y así defiendo que sea por siempre). Pero hay algo en el estilo narrativo que en el largo no me acaba de funcionar, así como en “15 días” lo encontré original (y muy difícil de hacer, por cierto), en “Concursante” se me antojó a veces forzado y a veces un poco pesado.
De lo que no cabe duda es que el guión de “Concursante” es brillante. La aparente sencillez de la historia (una persona que ve cómo su vida se arruina tras ganar un importante premio en un concurso de televisión) gana mucho con la originalidad con la que se nos cuenta. Rodrigo Cortés nos presenta en el largo un planteamiento narrativo complejo y elaborado que está muy bien hilado.
Destacar también en este filme la altísima calidad en el uso de la comedia. Rodrigo Cortés consigue algo muy difícil como es llenar los diálogos de dobles sentidos y de retranca. No hay escena que no acabe con una pulla que consigue arrancar una sonrisa o una media risa del espectador. Y es que Rodrigo Cortés no tiene miedo en la película a reírse de todo y de todos, encontrando el chiste adecuado hasta en los momentos en que el protagonista está sumido en la más absoluta de las miserias.
“Concursante” es también una propuesta visual de lo más atractiva. El retoque de color consigue una imagen muy acorde a lo que se nos está contando, reforzando de este modo la originalidad del guión.
El montaje es muy interesante en este proyecto, ya que como he dicho antes la película juega mucho con los saltos temporales y a través del montaje se experimenta con la ralentización de algunos planos y acciones cuando el momento así lo requiere. Se utiliza varias veces a lo largo de la película el alargamiento de planos en los que los personajes se desafían con la mirada pero nadie dice nada, ayudando a crear una sensación de desconcierto en el espectador.
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